sábado, 13 de marzo de 2010
Inspirationless... and boredom...
viernes, 29 de enero de 2010
A different dreamer...
jueves, 28 de enero de 2010
Go back to your freedom!
lunes, 18 de enero de 2010
"¡Gracias!"
Estaba oscuro, hace dos horas que el sol se había ocultado ya. Una suave lluvia apenas nos mojaba en los oxidados columpios del parque. Sentados en aquel lugar hablé con ella. Era mi amiga. En sus ojos pude ver un mar, un inmenso mar que pronto habría de desbordarse; pero no le di importancia. Empezó contándome sobre el fin de semana en el que no la vi en la iglesia. Nadie notó su ausencia, sólo yo. La escuché en silencio intentando descubrir lo que ella había estado ocultando tan bien por largo tiempo. Al principio fue una sola lágrima, que fue continuándose con miles más. Sobre sus mejillas caían esferas que contenían demasiado pesar y rencor. Sus lágrimas se confundían con las pesadas gotas que llegaban desde el cielo gris. Traté de consolarla aún sin entender qué era lo que pasaba; intenté abrazarla, pero con un fuerte empujón hizo que yo caiga en el lodo, y luego comenzó a correr bajo la densa lluvia. Me paré rápidamente y corrí tras ella sin lograr alcanzarla. La lluvia se hacía cada vez más copiosa y se me hacía imposible ver a través de ella. Pero no me podía dar por vencido, sentía que ella sería capaz de hacer cualquier cosa en un momento como aquel. Mirando sus huellas la seguí y la encontré en un puente, lista para saltar y acabar trágicamente con esa pesadilla que sólo ella conocía. Yo estaba casi a tan sólo cinco metros. Me desesperé y quise hablarle, persuadirla a no hacerlo; pero antes de poder siquiera pronunciar algo, ella dijo una sola palabra para luego dejarse caer al profundo río: "¡Gracias!", eso fue todo, nunca más volví a ver su rostro nuevamente. Pero esa palabra aún sigue en mi cabeza al igual que su hermoso rostro sumergido en lágrimas de llanto y desesperación. La oigo todo tiempo, y al oírla mi cuerpo simplemente tiembla.